La vida está llena de dilemas. Superficiales o profundos, pero dilemas al fin y al cabo. De hecho, si no existieran, nuestra vida se tornaría tan lineal como una cadena de montaje. Tampoco habría decisiones que tomar. El destino nos guiaría y sería muy cómodo ¿verdad?, pero también muy aburrido y nunca nos sentiríamos los dueños de nuestras propias vidas.
Para eso sirven los dilemas, para sentir que podemos manejar, que podemos decidir qué queremos o no. Y también sirven para machacarnos la cabeza durante horas pensando en si el camino que estamos escogiendo es el correcto.
Quede dicho que yo no considero que haya caminos correctos o incorrectos. No vale la pena fustigarse, si escogemos algo es porque, aunque sea, una pequeña parte nos convence.
Os preguntaréis porque hoy estoy tan existencial... Muy fácil, porque cerca de mí hay un dilema y eso me ha hecho ponerme a reflexionar. Os esperabais una respuesta metafísica eh? Como podéis ver soy sencilla hasta pa' pensar... y vaga también.
Os pongo en antecedentes: chica joven que ha terminado la carrera y vive fuera de Madrid, pero quiere trabajar en la capital. Eso implica que necesita dinero para sobrevivir en una ciudad que no es precisamente barata. Eso implica a su vez que necesita un trabajo.
La ofrecen dos: uno tiene que ver con lo que ha estudiado y otro no tiene nada que ver. En el primero le pagan una beca con la que no le llega para nada y en el segundo la pagan un sueldo que sin llegar a ser digno la ayudaría a cubrir gastos.
Creo que el 'dilema' está claro ¿no?. Dinero o profesión.
Me preguntó mi opinión y no pude más que decirle que en una profesión tan difícil como la nuestra conseguir un empleo o 'beca' relacionada con lo que hemos estudiado es una oportunidad que vale más que el dinero. Pero como decía mi querido Juanjo en uno de sus post: ¿de qué comemos?
Para eso sirven los dilemas, para sentir que podemos manejar, que podemos decidir qué queremos o no. Y también sirven para machacarnos la cabeza durante horas pensando en si el camino que estamos escogiendo es el correcto.
Quede dicho que yo no considero que haya caminos correctos o incorrectos. No vale la pena fustigarse, si escogemos algo es porque, aunque sea, una pequeña parte nos convence.
Os preguntaréis porque hoy estoy tan existencial... Muy fácil, porque cerca de mí hay un dilema y eso me ha hecho ponerme a reflexionar. Os esperabais una respuesta metafísica eh? Como podéis ver soy sencilla hasta pa' pensar... y vaga también.
Os pongo en antecedentes: chica joven que ha terminado la carrera y vive fuera de Madrid, pero quiere trabajar en la capital. Eso implica que necesita dinero para sobrevivir en una ciudad que no es precisamente barata. Eso implica a su vez que necesita un trabajo.
La ofrecen dos: uno tiene que ver con lo que ha estudiado y otro no tiene nada que ver. En el primero le pagan una beca con la que no le llega para nada y en el segundo la pagan un sueldo que sin llegar a ser digno la ayudaría a cubrir gastos.
Creo que el 'dilema' está claro ¿no?. Dinero o profesión.
Me preguntó mi opinión y no pude más que decirle que en una profesión tan difícil como la nuestra conseguir un empleo o 'beca' relacionada con lo que hemos estudiado es una oportunidad que vale más que el dinero. Pero como decía mi querido Juanjo en uno de sus post: ¿de qué comemos?
Esta entrada va dedicada a esa 'persona'. Espero que hoy hayas aclarado tus dudas y que sepas que decidas lo que decidas estará bien.
Nadie dijo que la vida fuera fácil..., pero qué maravilloso es sentir que estás vivo!
Nadie dijo que la vida fuera fácil..., pero qué maravilloso es sentir que estás vivo!
