viernes, 20 de julio de 2007

El suplicio de la peluquería

Estoy mu cabreada. Podéis pensar que soy una frívola superficial, pero ahí va: hoy he ido a la peluquería. Y si os estáis preguntando en qué se relaciona un cabreo con la peluquería es que nunca habéis ido a una.
Porque las peluqueras nunca hacen lo que les dices, porque algunas tienen el salero en la punta del dedo gordo del pie, porque les dices no quiero ser rubia y llevar un corte a lo "mari" y van y te ponen rubia con un corte de lo más "mari". ¿Por qué? Son preguntas sin respuesta porque no forman parte de la filosofía o el razonamiento lógico sino de la estupidez humana. ¿Son las peluqueras en realidad una logia masónica cuyo objetivo es destrozar la vida de mujeres normales como yo?
Mi objetivo hoy era cubrirme la raíz y cortarme el pelo con un poco de gracia. ¿Qué mundanal no?. Tengo boda a la vista y hay que lucirse. Pues nada lo que se preveía como un desastre lo ha sido. Pocas veces he salido contenta de la pelu.
Eso me pasa por ir a un Spejos, desde aquí quiero denunciar a este establecimiento que vende muy barato, ¿pero a qué precio? El de estar disgustada con tu imagen y pensar: creo que yo no era tan fea cuando entré.
Como os decía al principio, llamadme superficial y catastrofista pero en una sociedad que se mueve por la imagen un corte de pelo horrible puede cerrarte muchas puertas o ¿no?

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